En ocasiones nuestros hijos tienen comportamientos que no deseamos que se vuelvan a repetir y por ello recurrimos al castigo. Pero no siempre acertamos con el tipo de castigo que imponemos y eso hace que el comportamiento que queríamos extinguir vuelva a aparecer, incluso con más intensidad.
Aunque castigar parezca fácil, debemos tener cuidado de no ser impulsivos y reflexionar sobre lo que queremos conseguir con el castigo. Siempre mantenemos la idea de que a l@s hij@s hay que trasmitirles amor y valoración, y esto se debe mantener incluso cuando les castigamos. L@s pequeñ@s deben sentirse queridos especialmente cuando les hemos dicho que han hecho algo mal. Y lejos de interpretar estas situaciones como un problema, podemos verlo como una oportunidad de cambio y de aprendizaje tanto para l@s niñ@s como para los adultos.
Será imprescindible tener claras estas tres ideas para que las claves que os recomendamos funcionen:
- No amenazar con cosas que no vamos a cumplir (por ejemplo: “como no te portes bien te llevaré a vivir con la abuela”).
- Ser constante con la aplicación del castigo. Si cuando aparece el comportamiento que queremos eliminar, unas veces aplicamos el castigo y otras no, nuestra credibilidad se verá cuestionada.
- Animar a nuestro hijo diciéndole que sabe hacer las cosas bien, aunque a veces cueste que salga a la primera.
Teniendo estas ideas presentes, será más probable que las claves que te ofrecemos a continuación garanticen que la tarea de castigar no sea desagradable para ningún miembro de la familia.
- Hablarle en positivo para pedirle que haga lo que deseamos.
- Le diremos: “cariño si recoges la habitación, luego haremos un bizcocho junt@s”, en lugar de: “ Como no recojas la habitación no prepararemos el postre”.
- Anticipar la consecuencia que van a tener sus actos y no imponer el castigo por sorpresa.
- “Jaime si no recoges la habitación no podremos bajar a jugar al parque”
- El castigo debe ser proporcionado al comportamiento del niño.
- Si mi hijo no hizo los deberes un día, en lugar de castigarle un mes sin salir, puedo quitarle el móvil durante 1 o 2 días
- Darle la oportunidad de recuperar el premio perdido si repara su conducta
- “Si haces los deberes durante lo que queda de semana, valoraré que te puedas quedar a dormir a casa de tu amigo”
- Cuando haya reparado su comportamiento, reforzaremos que tiene capacidad para hacer bien las cosas y que confiamos en él/ella para que siga haciéndolo así de bien en sucesivas ocasiones
- “Muy bien cariño, sabía que podías hacer los deberes y terminarlos a tiempo. Seguro que la próxima semana lo haces igual de bien”
¡Esperamos que os sean de ayuda!