Cuando una madre siente que no llega

Cuando una madre siente que no llega
Autor: Aletea Psicología Categoría: Aletea Psicología 26 October 2020

Seguro que os resulta familiar esa sensación de no llegar, la duda sobre si estaré haciendo las cosas de la mejor forma posible…

Afortunadamente vivimos en un momento en el que el rol de la mujer y de las madres ha evolucionado de forma significativa en los últimos años. Hoy en día son muchas las voces que expresan las dificultades que supone conciliar vida personal, profesional y la crianza, desapareciendo algún tabú sobre lo duro que puede llegar a ser.

A pesar de ello, con mucha frecuencia el sentimiento de culpa sigue acompañando a muchas mujeres y madres que intentan conciliar y mantener un cierto equilibrio emocional.

Hay muchas opciones en los estilos de crianza y muchas facetas que poder desarrollar, eso sí, inabordables todas a la vez… Por eso, establecer un marco en el que situarnos, asumiendo que no conseguiremos cumplir siempre todos los requisitos que nos propongamos, es primordial.

Se trata de construir tu identidad como madre, tener algun@s profesionales de referencia y transitar con cierto margen de flexibilidad.

Este ejercicio es de gran ayuda y creo que, más o menos explícitamente, la mayor parte de las madres y mujeres lo hacemos, moviéndonos en él con cierta fluidez.

Pero es precisamente en los momentos de mayor estrés, cansancio, presión...en los que puede aflorar la DUDA o conectarnos con una parte de más inseguridad o culpa.

Me he encontrado muchos casos de mujeres que participan en grupos de lactancia, crianza respetuosa, grupos de WhatsApp del cole...en los que en alguna ocasión se sienten cuestionadas por los demás miembros.

Estoy segura que en un gran porcentaje de las ocasiones, nadie pretende juzgar al resto, ya que andamos todas en las mismas lides, pero a veces, lo sentimos así porque se nos activan algunos conectores internos que nos llevan directamente a cuestionarnos nuestra sensación de VALÍA y CAPACIDAD.

Puede incluso aparecer a pesar de que normalmente se haga una buena gestión emocional, se tengan experiencias de éxito, y confiemos en nuestras capacidades. Y es que existe en cada un@ de nosotros una partecita que a veces se siente más vulnerable, conectada con una parte infantil que una vez dudó de sí mism@.

Es desde ahí desde donde nos conectamos en muchas ocasiones con una serie de "pensamientos en cascada" que nos hacen dudar, creer que no es suficiente lo que hacemos, y conectarnos con sensaciones de angustia, que incrementan el estrés que ya estamos viviendo.

Es una especie de círculo sin fin en el que es frecuente perderse, pero al que también es posible poder identificar y parar.

Darse cuenta de que nos está ocurriendo es el primer paso, a partir de ahí intentaremos reconectar con nuestras herramientas de parte adulta para recuperar nuestra sensación de capacidad y fortalezas.

El paso intermedio e imprescindible es poder PARAR. Para coger perspectiva, serenarnos, regular nuestra activación física (bien bajando la intensidad, bien liberando activación mediante deporte), y conectando con sensaciones placenteras (en pequeñas cosas cotidianas, con un entorno agradable en la naturaleza... aquello que te devuelva la paz).

Se trata de encontrar la manera en que cada una pueda conectar con su punto de reseteo y vuelta a la marcha.

Por tanto no olvidemos que esa culpa, que nos asola en ocasiones, tiene sentido a pesar de la figura férrea que hayamos podido construir en la vida adulta, y tiene cabida en momentos de mayor vulnerabilidad.

Y además, afortunadamente, tiene "remedio" mediante la conciencia, el cuidado del cuerpo y la mente, y la puesta en marcha de herramientas prácticas que nos reconectan con estructuras de pensamiento saludables y una gestión emocional más consciente y madura.

Por todo ello, desde Aletea queremos dar visibilidad a esas sensaciones de culpa y exigencia que con frecuencia acompañan la vida de muchas mujeres, para explicar, que es natural que ocurra, que está bien tomar conciencia y darle un espacio, y poder rescatar las propias fortalezas.

A partir de aquí, el ajuste de las jornadas laborales, la gestión de la logística familiar, la crianza en equipo, el relevo y delegación de tareas, son los siguientes pasos a dar para conseguir una auténtica conciliación familiar.

No es fácil, pero sí posible. En Aletea te acompañamos si lo necesitas. Aletea contigo.

Sandra Cristóbal, Centro de Psicología Aletea.

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