Buena semana a todas y todos.
Hoy os proponemos reflexionar acerca de cómo en ocasiones nos obsesionamos con tener el control de nuestra vida, de lo que hacemos, de lo que nos ocurre alrededor, de lo que sentimos, y hasta queremos controlar lo que pensamos…
En cuanto a los pensamientos, a veces se genera una ilusión de control, pero por más que lo intentamos realmente no podemos evitar que nuestro cerebro deje de pensar en algo, al contrario, lo fortalecemos haciéndolo más presente. En cambio sí podemos aceptar lo que venga y gestionarlo emocionalmente, y también podemos dirigir nuestro foco de atención hacia objetivos más positivos y saludables.
De esta manera, dejar de luchar contra pensamientos intrusivos que acaban apareciendo aunque no queramos, nos ahorrará mucha energía que podemos invertir en buscar alternativas a los mismos y fomentar aquellos pensamientos positivos que favorecen además un mayor bienestar de nuestro organismo.
El siguiente artículo habla más detalladamente sobre este tema, si os interesa seguir leyendo al respecto.
lamenteesmaravillosa.com/acabas-atrayendo-lo-que-intentas-evitar/