En ocasiones las familias nos consultan sobre si es bueno explicarles a los niños situaciones difíciles como enfermedades, separaciones, fallecimientos etc. y sobretodo, cómo hay que hacerlo.
Nuestra recomendación es que sí, que se les explique y anticipe todo lo posible situaciones en las que van a vivir cambios, bien presenciando situaciones nuevas, detectando estados emocionales novedosos en los adultos o escuchando hablar sobre temas poco frecuentes.
Por eso, si un familiar se pone enfermo por ejemplo, es bueno que se le pueda contar lo que pasa, adaptándonos a su lenguaje y capacidades, para que vaya incorporando situaciones de este tipo en su repertorio cerebral…
Es positivo incluso que puedan realizar una visita al hospital, y así puedan liberarse con la experiencia real de temores y fantasías angustiosas que puedan aparecer en su imaginación.
Eso sí, debemos prepararles previamente. Ver a alguien convaleciente, por bien que esté, puede generar un importante impacto… desde que entran en un hospital, ver al personal sanitario, pacientes en camillas o todos aquellos artilugios enchufados a la persona querida, son imágenes poco habituales y que pueden asustar.
Por ello, si se elige que los pequeños de la casa participen de esta situación familiar, será conveniente advertirles previamente de lo que se van a encontrar.
Si son muy pequeños se puede hacer mediante cuentos en los que se explica cómo un personaje se pone malito y para curarle tienen que cuidarle y estar un tiempo en un hospital o en la cama en casa… Es importante señalar que después va a haber una recuperación y van a poderse volver a realizar actividades habituales. También es bueno indicar si hay secuelas y algunas rutinas ya no se van a dar, poder plantear actividades sustitutivas que permitan a la niña o niño seguir sintiendo presente y cercana a la persona en cuestión…
En los casos en que ya son más mayores se les puede explicar directamente, pero es importante de igual manera que se les anticipe bien lo que se van a encontrar. También ayuda facilitar la explicación de la emociones que pueden activarse, sensaciones corporales que puedan aparecer y favorecer que se planteen todas las dudas que puedan surgirles.
Este tipo de abordaje lo podemos utilizar ante el planteamiento de cualquier situación difícil que pueda surgir. Recordemos las ideas básicas:
Teniendo estas ideas en cuenta podéis evitar que una situación complicada se convierta en una experiencia traumática y se viva con cierta naturalidad.