Cuando unos padres toman la decisión de llevar a su hijo/a a un psicólogo, a menudo les surge la duda de cómo trasmitirles esa noticia. Aunque la tendencia es asumir que ir al psicólogo puede ser tan necesario y beneficioso como ir a cualquier otro profesional de la salud, por desgracia, hoy en día, no es lo mismo contar que voy al fisioterapeuta o al dentista, que decir que voy al psicólogo. Este último caso sigue teniendo una connotación negativa que hace que no vivamos esta experiencia con la normalidad que en realidad conlleva.
Hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
Cuidando estos tres aspectos, solo falta saber el contenido de lo que le vamos a decir. Recordemos que los/las niños/as tienen una capacidad de atención limitada por lo que no servirá de nada dar largos discursos, así que seremos breves y naturales.
La clave consiste en trasmitirles que, igual que vamos al médico cuando nos duele la tripa o al dentista cuando se nos cae un diente, podemos acudir a otra persona para que nos ayude a sentirnos mejor cuando estamos enfadados/as, tristes, asustados/as, etc. y esa persona es un psicólogo. A través del juego aprenderemos trucos para solucionar aquellas dificultades que nos preocupan y sentirnos mejor.
Podemos acompañar la explicación de algún ejemplo que les resulte familiar, por lo que les diremos que hay niños/as que van al psicólogo porque les cuesta concentrarse cuando hacen los deberes, porque les da miedo dormir con la luz apagada, porque se enfadan mucho con sus hermanos, porque se meten con él en el colegio, etc.
Tras darles esta explicación, contestaremos a sus preguntas, si las hubiera, y terminaremos realizando alguna actividad agradable con ellos.
A continuación os recomendamos este libro titulado “Mi primer libro de terapia” que os puede ayudar a generar en vuestro/a hijo/a una actitud más positiva ante la terapia.